LA TIERRA HUECA capitulo I -primer contacto-


bymoser

La presentación de esta historia se ha venido posponiendo de manera regular desde el mismo comienzo de esta pagina; historias como esta; donde misterio, ocultación, censura y gnosis, leyenda y ciencia comparten un aparentemente inextinguible y ya antiguo baile son el primitivo resorte de nuestro pulso; y eso, el alma, el principio de voluntad e interés, es con frecuencia escurridizo, difícilmente concretable.

La ciencia oficial describe a la Tierra como una masa/ pelota compacta, densa, solo superficialmente explorable y dividida en diferentes capas sin solución de continuidad, sin lugar al vacio y un centro de metal solido sumido en la mas eterna de las oscuridades

Pero… la Tierra esta hueca y será mejor q nos vayamos haciendo a la idea.

Y por supuesto, hay puertas, caminos, q comunican los dos lados.

Recuerdo; estaba leyendo por entonces el Retorno de los Brujos de Pawells y Bergier, referencia constante de lo insólito; uno de los capítulos está dedicado a la ciencia nazi; su naturaleza, orígenes, sus absolutamente desconcertantes, para el común, planteamientos; sabido es q para la elite nazi la guerra y sus objetivos, atendían mas a lo místico/esotérico, mítico/extraordinario q a razonamientos lógicos; así el Estado Alemán envuelto en la mayor y mas costosa de las guerras q contemplo la humanidad conocida gastaba importante sumas en investigaciones de alquimia o antigravedad, pero también en busca del grial o de la entrada a la Tierra Hueca. Lo verdaderamente inquietante es q si bien muchos de sus planteamientos resultan ridículos, sino risibles, la tecnología alemana simultáneamente se mostraba como la más avanzada del planeta, convirtiéndose de hecho sus máximos representantes en las más ansiadas piezas de caza de la postguerra para soviéticos y americanos.

Los planteamientos nazis sobre la estructuración de la Tierra son particularmente singulares dentro de la singularidad de esta idea per se, y merecerán ser sin duda desarrollados más adelante. Baste decir q deberían situarse en una subcarpeta titulada “la Tierra cóncava”, pues tal era para muchos de sus científicos la verdadera naturaleza geométrica de nuestra corteza; la Tierra no solo seria hueca, sino q además, nosotros viviríamos en su interior; dentro, el Sol y las estrellas conformarían un ficticio Universo; espejismo de la inmensidad; por fuera un real infinito de piedra extendiéndose hacia la eternidad.

Eso es lo q muchos planteaban;

quizás deban volver a leerlo;

pero no todos; otros jerarcas-intelectuales nazis estaban en sintonía con ideas mas generalizadas dentro de este aparentemente exótico dislate; se trataría de una “Tierra hueca” más al uso; nosotros andando por el lado convexo-por el exterior- y un verdadero universo de estrellas rodeándonos; de hecho no era raro q la mesa de proyectos del gabinete técnico de Hitler albergara tesis diametralmente contrapuestas e incongeniables; y es q en palabras del propio Führer “no necesitamos una concepción coherente del mundo”; a fe q no la tenían.



Como digo esa fue mi particular puerta de entrada a la inmensa oquedad terrestre pero pronto comprendí q no era más q anecdótica; q los hombres y su historia han vuelto continuamente su intuición, sus creencias y esfuerzos hacia este mito.

El folklore escandinavo, los cuentos populares rusos, las leyendas de los esquimales, las mitologías clásicas griega o nórdica así como la actual budista se refieren de una u otra forma a las oquedades terrestres y como también lo hicieron los nazis relacionándolo con la realidad de la existencia de razas humanas más desarrolladas morando en su interior desde un hoy ya insondable pasado.

Seres q o bien pudieron verse obligados en masa a recluirse por largo tiempo en el interior debido a planetarias catástrofes (diluvios bíblicos) o, como es el caso q plantean los budistas, evolucionados y puros q encuentran en las singulares condiciones del interior un hábitat afín desde el q vigilan por nuestro desarrollo. Las tierras de Agartha o Shamballa con su Rey del Mundo para budistas, la hiperbórea griega, el legendario Reino deTule para los nórdicos. Tierras bañadas por la luz perpetua-constante de un enigmático Sol Negro, q seria en realidad el centro de nuestro planeta.

Hay q decir q no siempre se trata de una Tierra completamente hueca; es decir una gigantesca oquedad envuelta protegida del espacio por nuestra corteza terrestre, en ocasiones, quizás lo mas habitual sea hablar de inmensas e inexploradas tierras subterráneas interconectadas por legendarios túneles como es el caso de los Chinkanas Incas por donde cuentan escaparon y aun se guarecen el pueblo precolombino y sus riquezas.

En otras la tierra realmente hueca se subdivide a su vez en diferentes subniveles; al modo del infierno de Dante o de “Viaje al centro de la Tierra” de Verne.

Y una vez esbozados las diferentes posibles geometrías de la Oquedad y algo de la naturaleza de sus habitantes queda por hablar de las puertas; las entradas; el camino al interior; y aquí lo q con mística-lógica nos refiere a una metáfora del autoconocimiento y parece reducir toda conjetura a la búsqueda interior, hay quien apunta a su materialidad; a lo absolutamente tangible de su realidad; la Tierra esta hueca y comunica con el exterior al menos por dos grandes orificios situados sobre los polos.

El disparate aparente; la tierra Tiene agujeros (quizás de 3000km de diámetro) en sus opuestos verticales; quizás no sea tal; quizás al menos nos encontremos con preguntas aun mas incomodas si intentamos verificarlo.

¿Sería posible tal encubrimiento? semejante fraude planetario?

Dejo el debate para más adelante pero me quedo con las aberturas polares pues lo cierto, por inconcebible q parezca, es q tal premisa, la necesaria abertura polar, es congruente con teorías científicas elaboradas-seguidas por físicos capitales, a lo largo de la historia; Halley, Kepler o Euler fueron convencidos de la Tierra Hueca en alguna de sus variantes y lo fueron por razones de lógica tanto como de fe; por una razonable Ley de Economia Universal y su consecuencia astronómica en forma de orbes huecos; no solo la Tierra seria hueca sino también el resto de planetas y verdaderos satélites.
(aunque habrá q matizar)

Antes de siniestras conspiraciones de la ocultación, de fotos que son y no son, antes de fantásticas expediciones censuradas e inexplicablemente filtradas, antes q el pasado mítico perfectamente indocumentado, antes que los mensajes telepatiados por nuestros vecinos interiores, antes de hablar del vril y su inextinguible energía, antes de nada oiremos la voz de estos q así la entienden, hueca, por medio de la razón.

AUN RECUERDO AQUELLOS PECHOS...



Aun recuerdo aquellos pechos. Aun recuerdo como aquella desmesurada glándula mamaria se liberó, rebelde, de la opresión de aquel apretadísimo corsé, mientras aquella mediocre cantante italiana se contoneaba en el escenario al grito de “boys, boys, boys”. No cabía en mí. Fue realmente fascinante. Aquella Nochevieja de 1987, cuando acaba de cumplir mi onceava vuelta alrededor del Sol, por primera vez en toda mi vida, vi un pecho femenino distinto a los de mi madre.

No sería el último.

Pero aquella tetaza levantó, entre otras cosas, una tremenda polémica que, vista hoy en día, nos puede parecer ridícula. Todo el mundo hablaba de aquel pecho saltón e indomable. Claro, eran otros tiempos. Eran los años inmediatos a la muerte del dictador, en los que esta España nuestra se debatía entre la rebeldía contestaría de la Movida y de la “gente de ciudad” y la mojigatería heredada de los años de represión, nacionalcatolicismo y castración mental.

Gracias a mi educación y a que me crie en un ambiente de absoluta libertad sexual, con el paso de los años, de vez en cuando, recordaba la tremenda excitación pre-púber que me produjo el pecho saltarín de la Sabrina Salerno aquella. Y me parecía especialmente curioso que apenas unos años después, en los años noventa, al menos en la zona donde vivía y sobrevivía, la libertad sexual se había asentado y el decoro contra el desnudo se había relativizado. Claro, vivía y vivo en una zona de turismeo, donde la gente viene en veranico de vacaciones y se deja en sus ciudades y en sus pueblos los pudores y las represiones.

Entre una cosa y otra, aprendí a ver con absoluta normalidad y sin ningún rastro de  miedo atávico ni de inmoralidad, el cuerpo, femenino o masculino, desnudo. Orgulloso, pensaba que habíamos conseguido cambiar, al menos en España. Pensaba que por fin habíamos entendido que nacemos desnudos y que no pasa nada por mostrarnos tal y como venimos al mundo.

Y así llegué a adulto, si es que alguna vez se llega a ello.

Y llegué convencido de que el mundo estaba cambiando. Pensaba que una de las grandes victorias morales del siglo XX había sido descriminalizar el cuerpo, tantos años perseguido por la rabia envidiosa de señores ensotanados, por mojigatas falticas de sexo y por puteros que repudian públicamente los cuerpos desnudos por los que pagaban en privado. Pensaba que la lucha que se inició en los sesenta, en los que se tenía más hambre de libertad que de pan, había concluido, por una vez en la vida, con éxito.

Pero no.

Fracasamos.

Y además, cada vez vamos a peor.

Y en parte se debe a que la hipocresía campa a sus anchas.

En los últimos días hemos sufrido varios ataques de la inquisición antimama facebukiana. Todo empezó porque tuvimos la atrevida y tremendamente osada idea de compartir una bellísima foto, conmemorando el Día Internacional de la Mujer, en la que aparecían dos bellas señoras de dos mundos dispares, mostrando sus pechos con una alegría y una belleza apabullante y emocionante. La foto, para mí, era símbolo de la libertad, de la mujer que ha de ser, del camino que, pensaba, habíamos ganado hacia la libre expresión del cuerpo, alejado por fin de la castración mental de antaño.

Y he aquí que eliminaron la foto, por impúdica y por atentar contra no se qué mierda de leyes morales que se gastan estos del Facebook. Y además me cerraron el perfil durante 24 horitas, no vaya a ser que se me ocurriese seguir poniendo tetas por doquier.

Como no hay mas incentivo para un librepensador, cabezones que somos, que la censura, durante toda la jornada de ayer, desde este pequeño reducto ingobernable que es y será PA LO QUE HEMOS QUEDAO, alzamos nuestra voz y nuestros puños contra esta injusta decisión de esta red social (que por otro lado tanto nos gusta y nos aporta).

Y nos volvieron a denunciar. Esta vez alguien que se identificó, a medias.

Y volvieron a chapar mi cuenta (otra que me había creado para continuar en la lucha)

¿Qué hemos hecho mal, en definitiva? ¿Qué está pasando? ¿Cómo puede ser que Facebook nos censure de esta manera tan dolorosa, mientras hay páginas con imágenes de niños desnudos, de perros maltratados o de sexo explícito que no sufren la más mínima censura? De hecho, ayer mismo, comprobamos cómo una página tremendamente ofensiva, de cuyo nombre no quiero acordarme, no fue eliminada después de que, a modo de prueba, iniciásemos una campaña para cerrarla.

¿Qué criterio tienen estos señores, señoras o “robores” del Facebook?

Así que, como siempre hemos creído que el movimiento se demuestra andando, no nos vamos a quedar quietos, no nos vamos a callar, no vamos a parar hasta, al menos, intentar cambiar esta forma de actuar de Facebook que facilita las denuncias injustificadas por parte de carcas reprimidos o de simples trolls porculeros.

Pronto os explicaremos cual va a ser el camino a seguir.

Pero seguir, seguiremos.

Ruego, por favor, compartan nuestro quejío. Entre todos, igual hacemos algo.

Un abrazo
Oskarele.

ORHAM PAMUK. Escritor turco nacido en 1952. Premio Nobel en 2006


"Lo primero que aprendí en la escuela fue que algunas personas son idiotas; la segunda cosa que aprendí fue que algunos son incluso peores."

ORHAM PAMUK. Escritor turco nacido en 1952. Premio Nobel en 2006