PRUDENCIA


La Prudencia es la virtud de actuar de forma justa, adecuada y con cautela, definida por los Escolásticos como la recta ratio agibilium, para diferenciarla del arte recta ratio factibilium. También se entiende como la virtud de comunicarse con los demás por medio de un lenguaje claro, literal, cauteloso y adecuado, así como actuar respetando los sentimientos, la vida y las libertades de las demás personas. Actualmente se ha impuesto el significado de actuar con precaución para evitar posibles daños, aunque la RAE mantiene la definición antigua.

Prudente se origina en el latín prudens, prudentis : que prevé, que sabe por anticipado, competente, práctico, reflexivo, juicioso, sagaz, cauto, cuidadoso. Prudens es la contracción de providens, un compuesto que significa literalmente el que ve por anticipado, el que pre-vé. Pro es una proposición que indica, entre otras cosas, antes, delante, hacia delante, al frente. Videns, videntis es el participio presente o activo del verbo videre (ver).

Para la ética católica, la prudencia dispone la razón a discernir, en cada circunstancia, el verdadero bien del mal, y a elegir los medios adecuados para realizarlo. Es una de las cuatro virtudes cardinales. Es guía de las demás virtudes, indicándoles su regla y medida.
"La multitud de sabios, salud es del mundo, y un rey prudente, es prosperidad de su pueblo" (El Libro de la Sabiduría 6, 24)

Los antiguos simbolizaron la prudencia por una efigie que, como Jano, tenía dos caras una de joven y otra de anciana. Los egipcios la representaban por una serpiente de tres cabezas, una de perro, otra de león y otra de lobo, dando tal vez a entender con ello que el hombre prudente debe poseer la astucia de la serpiente, la paciencia del perro, la fuerza del león y la agilidad del lobo.

Imagen: Alegoría de la prudencia.

Fuentes; http://www.abarcusrosario.com.ar/Etim.htm#bitacora
http://es.wikipedia.org/wiki/Prudencia

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