HIP…HIP…HIPO.



¿Qué es el hipo? Un castigo de Júpiter para los romanos; la señal de una mentira para la corte real del medioevo inglés; una bendición para ciertos pueblos asiáticos.

En medicina, el hipo, o científicamente mioclonías frenoglóticas, es un reflejo respiratorio caracterizado por una serie de contracciones inspiratorias espasmódicas, involuntarias e incontrolables del diafragma, seguidas de una constricción de la glotis. La llegada de aire es lenta y este está luchando por entrar en la tráquea y los pulmones, causando una molestia y una vibración de las cuerdas vocales a nivel de la epiglotis: el característico ruido de la glotis.

Con frecuencia, el hipo comienza sin razón aparente y suele desaparecer después de unos pocos minutos. En raras ocasiones, el hipo puede durar días, semanas o meses. Es común y normal en recién nacidos y en bebés.

Cuando el ataque de hipo es ocasional resulta difícil descubrir el origen y suele ser fácil de curar.

Cuando los ataques son prolongados o recurrentes se debe acudir al médico, quien determinará la causa. Entre ellas están la meningitis, la uremia, ciertos tumores cerebrales, infartos, la pleuresía diafragmática, la neumonía, el alcoholismo, trastornos de estómago y esófago, las enfermedades intestinales, pancreatitis, embarazo, irritación de la vejiga, metástasis hepáticas o hepatitis, lesiones torácicas, o cirugía. El hipo persistente también puede ser de origen psicológico

Tratamiento del hipo.

Se fundamenta en que cuando el anhídrido carbónico está alto en la sangre inhibe el hipo, mientras que cuando está bajo lo acentúa. Pueden ensayarse numerosas medidas simples: aumentar la concentración de anhídrido carbónico en la sangre por una serie de retenciones de la respiración o volviendo a respirar el mismo aire dentro de una bolsa de papel (PRECAUCION: No utilizar una bolsa de plástico, ya que puede adherirse a los orificios nasales); beber rápidamente un vaso con agua fría; deglutir pan seco o hielo machacado; inducir el vómito; tracción de la lengua; presión sobre los globos oculares; aplicar una bolsa de hielo en la parte superior del abdomen.

Si fallan estas medidas, el médico puede utilizar métodos especiales (algunos de los cuales pueden curar el hipo con sólo saber de qué se trata). Uno de ellos consiste en introducir un catéter de aspiración, de plástico o de goma, a través de la nariz, en una distancia de 7,5 a 10 cm y, con un movimiento de vaivén, estimular la faringe u otras maniobras incluyen lavado de estómago. Allí se te pasa el hipo del susto!

Una curiosidad al final: Según el libro de récords Guinness, el mayor ataque de hipo de la historia duró 69 años y 5 meses. Charles Osbourne (1894-1991) comenzó a tener hipo una mañana de 1920 con una espeluznante frecuencia de un segundo y medio entre espasmos. Así de repentino como llegó se fue otra mañana… pero de 1990. Charles murió un año después.

La imagen tiene fines terapéuticos. Si tienen hipo, click para ampliarla y santo remedio.

Fuentes:http://www.taringa.net/posts/info/2233804/La-historia-del-hipo.html
http://grageas.com.ar/hipo.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Hipo

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