EN HONOR a JERONIMO y al OCIO.



Jerónimo Luis de Cabrera Zúñiga nació en la ciudad de Sevilla, en el año de 1520, en el seno de una familia andaluza.
Llegó a la América hispana como alférez de la Real Armada Española, arribando a Lima, capital del gran Virreinato del Perú, en 1538, junto a su medio-hermano Pedro Luis.
En 1548 alcanzó el rango de Maestre de Campo y se avecindó en el Cuzco haciéndose construir una casa de dos pisos, blasonada en el portal de la misma (cuyo edificio aún existe convertido en colegio de madres salesianas y es una belleza…nada sonso).

El 17 de junio de 1563 fundó la ciudad de Ica (en el Perú, cerca de las líneas de Nazca), lo que le valió ser nombrado por el IV virrey del Perú, como corregidor y justicia mayor del Potosí.
El virrey del Perú le nombró gobernador del Tucumán en 1573 y como tal, fundó la ciudad de Córdoba de la Nueva Andalucía el 6 de julio del mismo año, hecho que posteriormente le costaría la vida. Y he ahí, que yo aún sigo aquí, en Córdoba.

El fulano no eligió mal el sitio: la ciudad está en un valle entre sierras, ríos de montaña cristalinos, clima templado mediterráneo, tierra fértil y los comechigones somos buena gente, jaja.

Y como 30 de setiembre es día de San Jerónimo…NO TRABAJO!

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