CARTA.



Señor director:

Tengo 14 años y llevo un tiempo pensando como ayudar a los países del Tercer Mundo para que no tengan que venir sus habitantes en pateras arriesgando su vida y abandonando sus familias. Ya sé como hacerlo. Es sencillo y barato.

Se trataría de que cada Ayuntamiento tutelara un pueblo de un país subdesarrollado. Se crearía un Departamento, con presupuesto propio, para atender las necesidades de los habitantes de un pequeño pueblo (africano, pongamos por caso) , a los que se les trataría como vecinos del mismo Ayuntamiento .

Se les haría llegar el agua, se les mandaría comida, se les darían herramientas para cultivar, y animales para crear una granja, tendrían medicinas, escuela para los niños, y en 10 años ya serían autosuficientes , teniendo la infraestructura necesaria para subsistir con dignidad.

Imaginaros : Un Ayuntamiento, un pueblo; Diez Ayuntamientos, diez pueblos. En España hay 8.000 Ayuntamientos. Imaginaros todos los Ayuntamientos de todos los paises desarrollados tutelando miles y miles de pueblos de todo el Mundo .

En vez de dispersar la ayuda haciendo que se diluya como un goteo intermitente, concentremos nuestros esfuerzos en un punto concreto. Que cada uno ayude a su pueblo. Apadrinemos un pueblo.

Me gustaría que el Alcalde de mi ciudad fuera el primero del Mundo, y que luego le siguieran el resto, pero no me importaría que fuera el segundo o el tercero, o el décimo si otros se nos adelantan .

Es tan barato y tan sencillo que no entiendo como no se le ha ocurrido a nadie hasta ahora, o por qué no se hace de una vez y para siempre.

Dice mi padre que la idea es muy bonita, pero que no se hará porque los pobres de África no votan en el Ayuntamiento de mi ciudad, pero yo creo que se equivoca. Cuando yo sea mayor votaré al Alcalde que no solo limpie las calles, si no también mi conciencia.

Ya no tenemos disculpa.

Carlota Sánchez, 14 años.

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