ALGUNAS ANËCDOTAS. WOODY ALLEN.



Allen recuerda así sus primeros años: “Eran tiempos agitados, en parte debido a circunstancias económicas y en parte por la escasez de viviendas en tiempos de guerra. Mi familia siempre tenía que cargar con parientes. Constantemente había tíos y primos entrando y saliendo de las habitaciones y siempre nos estábamos mudando de casa“.

Debido a que sus padres trabajaban, Allen estuvo al cuidado de niñeras desde el primer año de su vida. De un episodio con una de ellas se cree que proviene su aversión a los túneles largos y ascensores. Un día, cuando Allen tenía tres años, la niñera de turno se acercó a su cuna y después de envolverlo en una colcha le dijo: “¿Ves? Ahora mismo podría ahogarte y lanzarte a la basura y nunca nadie sabría lo que ha pasado“, pero la mujer no cumplió la amenaza y dejó al chico en la cuna.

Su primer encuentro con el cine fue a la edad de tres años, cuando su madre lo llevó a ver Blancanieves y los siete enanitos. Fue tanta la emoción que le produjo ver cómo los personajes de la pantalla se movían, que corrió a la pantalla para tratar de tocarlos.
A los cinco años, se le observó el primer cambio de carácter: se convirtió en un niño solitario e introvertido. Se cree que la razón fue su ingreso a la escuela pública (escuela pública 99 de Brooklyn). Años más tarde Allen definió ese lugar como una escuela para maestros con trastornos emocionales.

Su disgusto por la escuela no cambiaría al ingresar a la secundaria. Lo único en lo que le iba bien era en las redacciones escolares, en las que él siempre dejaba ver su humor. Por aquella época, se había vuelto un buen deportista. Aparte del béisbol (era seguidor de los Giants), le gustaba el boxeo, inclusive llegó a practicar para los Golden Gloves, pero sus padres no le dejaron participar.

Resulta difícil imaginar a Woody Allen en un ring, pero tal y como apunta en el libro Conversaciones con Woody Allen, de Eric Lax, en su infancia reveló inesperadas habilidades pugilísticas.
Durante su niñez tuvo que soportar las burlas de otros chavales, y que le llamaran despectivamente Red por su cabello pelirrojo: “Un día que iba a clase de violín, un energúmeno me gritó: ‘¡Eh, Red!’ Yo me encaré con él y le dije: ‘Mi nombre no es Red, ¿te enteras, pedazo de mula?’ Los médicos tuvieron que sacarme el violín del esófago. Menos mal que no estudiaba violonchelo”.
La anécdota, evidentemente, está exagerada, pero tras aquel suceso, Woody comenzó a practicar boxeo: “Llegué incluso a competir, y hasta gané un trofeo escolar”, cuenta Allen.

De su época adolescente comenta: “Yo no quería ser Bogart, tampoco quería ser John Wayne. Yo sólo quería ser el capullo de la clase, quería ser ese chico con gafas que nunca consigue a la chica, pero que es divertido y cae bien a todo el mundo“.

Fuentes: http://www.taringa.net/posts/info/3064160/Anecdotas-de-personajes-famosos.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Woody_Allen

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