LA LITERATURA ES FUEGO.


(β)

“Lentamente se insinúa en nuestros países un clima más hospitalario para la literatura. Los círculos de lectores comienzan a crecer, las burguesías descubren que los libros importan, que los escritores son algo más que locos benignos, que ellos tienen una función que cumplir entre los hombres. Pero entonces, a medida que comience a hacerse justicia, el escritor latinoamericano, o más bien, a medida que comience a rectificarse la injusticia que ha pesado sobre él, una amenaza puede surgir, un peligro endiabladamente sutil.Las mismas sociedades que exilaron y rechazaron al escritor, pueden pensar ahora que conviene asimilarlo, integrarlo, conferirle una especie de estatuto oficial. Es preciso, por eso, recordar a nuestras sociedades lo que les espera. Advertirles que la literatura es fuego, que ella significa inconformismo y rebelión, que la razón del ser del escritor es la protesta, la contradicción y la crítica. Explicarles que no hay término medio: que la sociedad suprime para siempre esa facultad humana que es la creación artística y elimina de una vez por todas a ese perturbador social que es el escritor o admite la literatura en su seno y en ese caso no tiene más remedio que aceptar un perpetuo torrente de agresiones, de ironías, de sátiras, que irán de lo adjetivo a lo esencial, de lo pasajero a lo permanente, del vértice a la base de la pirámide social. Las cosas son así y no hay escapatoria: el escritor ha sido, es y seguirá siendo un descontento. Nadie que esté satisfecho es capaz de escribir, nadie que esté de acuerdo, reconciliado con la realidad, cometería el ambicioso desatino de inventar realidades verbales. La vocación literaria nace del desacuerdo de un hombre con el mundo, de la intuición de deficiencias, vacíos y escorias a su alrededor. La literatura es una forma de insurrección permanente y ella no admite las camisas de fuerza. Todas las tentativas destinadas a doblegar su naturaleza airada, díscola, fracasarán. La literatura puede morir pero no será nunca conformista.”

Mario Vargas Llosa. Fragmento del discurso al recibir
el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos el 4 de Agosto de 1967 en Caracas

Mario Vargas Llosa es uno de los grandes autores contemporáneos en lengua española y uno de los más reconocidos autores de los últimos treinta años. Ganador de premios como el Cervantes o el Nobel de Literatura, Vargas Llosa también ha destacado como ensayista y autor de piezas teatrales.

Nacido en una familia de clase media, Vargas Llosa pasó varios años de su infancia en Bolivia debido al divorcio de sus padres antes de volver a Perú, donde estudiaría en varios centros, tanto religiosos como militares.

Durante esta época comenzó a escribir, pese al rechazo de su padre a su carrera literaria, y colaboró con diarios mientras terminaba su primera pieza teatral, La huida del Inca. Poco después cursó estudios de derecho en San Marcos, donde también tuvo sus primeros contactos con el mundo de la política.

A partir de 1957 podríamos decir que Vargas Llosa comienza su primera etapa literaria, publicando cuentos y relatos mientras trabajaba como reportero. En 1959 acudió a Madrid con una beca y en 1960 se instaló en París.

En 1963 apareció la que sería su primera gran novela, La ciudad y los perros, de gran calado autobiográfico y que le significó el Premio de la Crítica Española y el Biblioteca Breve. Tras este espaldarazo, que le supuso pasar a la primera plana literaria, Vargas Llosa publicó La casa verde, libro que consiguió el aplauso unánime de la crítica.

Desde ese momento su producción aumenta y publica obras como Conversación en la catedral (1969) o Pantaleón y las visitadoras (1977). Ya en los años 80 habría que destacar una de sus novelas más conocidas, La guerra del fin del mundo, que iniciaría una nueva etapa en su estilo y que significaría su primera obra histórica.

Durante los años 80 y 90 del siglo XX, Vargas Llosa dejó a un lado su carrera literaria para abrazar el activismo político, basado en unas posiciones abiertamente liberales, y llegando a presentarse como candidato a presidente del Perú enfrentándose a Alberto Fujimori, quien acabó ganando las elecciones. Vargas Llosa decidió instalarse en España donde le fue concedida la doble nacionalidad peruana-española.

Tras ese periplo, Vargas Llosa retomó con intensidad la literatura y habría que destacar títulos posteriores como El pez en el agua (1993), La fiesta del chivo (2000) -que fue llevada al cine- y también Travesuras de la niña mala en 2006.

En cuanto a los premios recibidos por Mario Vargas Llosa a lo largo de su carrera, estos son muy numerosos e importantes. Además de los mencionados Cervantes y Nobel (2010), Vargas Llosa ha recibido galardones como el Príncipe de Asturias de las Letras, el Planeta de 1993, incontables Honoris Causa, o el Biblioteca Breve de 1963.

Fuentes: http://www.revistaelaguijon.com/joomla/index.php?option=com_content&view=article&id=66%3Aliterafuego&catid=29%3Afuego&Itemid=27 http://www.mvargasllosa.com/biograf.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario