CARTA DE UN ADOLESCENTE A SU PROFESORA DE LENGUA


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Simplifiquemos el circuito de comunicación escrita.

En la mayoría de las ortografías de las palabras se observa una pobre relación lógica entre fonemas y grafemas. El alfabeto latino fue mal adaptado a las lenguas y también nació la costumbre de anotar palabras que sonaban ya muy distintas con las viejas letras del latín de origen como una forma de cultismo. Academias antiguas y modernas fijaron este uso; por esto se halla disociada la escritura de la pronunciación. Escribir como se habla, que cada fonema o sonido hablado posea un signo exclusivo e invariable, una letra o grafema, que lo represente sin confusión, no es lo propio de la mayoría de idiomas, como en los lenguajes europeos de mayor importancia en el mundo: inglés, francés, alemán y español.
Muy frecuentemente tengo problemas en mi ortografía con las grafías que presentan igual sonido, como la "g"/"j", "c"/"s"/"z", "b"/"v", "ll"/"y". Otras veces me confundo en la utilización correcta de los signos de puntuación y la acentuación gráfica (tildación). La ortografía del español utiliza una variante modificada del alfabeto latino, que consta de los 29 símbolos A, B, C, CH, D, E, F, G, H, I, J, K, L, LL, M, N, Ñ, O, P, Q, R, S, T, U, V, W, X, Y y Z. Las vocales (A, E, I, O y U) aceptan, además, el acento agudo para indicar la sílaba acentuada y la diéresis modifica a la U en las sílabas gue-gui para indicar su sonoridad…muchas cosas a tener en cuenta a la hora de escribir en una evaluación de lengua considerando que es difícil masticar chiclets y cruzar la calle en simultáneo.
En un mundo donde las comunicaciones han cobrado una relevante importancia, podríamos simplificar la normativa ortográfica. Nada más importante que simplificar los códigos para entendernos. Yo supongo que los chicos ingleses tienen serias dificultades a la hora de estudiar español. Somos muy complicados:
Existen varios grafismos homófonos como j-g, en las sílabas GE- GI , o s-c en las sílabas CE- CI.
¿Para qué tener que-qui? Podríamos escribir queso así: ceso. Y entonces “celeste” puede echar mano a la S “seleste“. Mucho menos necesaria me parece la “K” y los sonidos que-qui; quiosco sería ciosco; kilogramo, cilogramo. Para los fonemas se-si basta la S.
Agrego que las diéresis de güe y güi ya no nos harían falta. Ejemplifico el concepto: guerra sería gerra; guitarra, gitarra. Porque gente se entiende perfecto escribiendo “jente” y gimnasia se oye como “jimnasia”. Por lo tanto, para escribir paragüita, redundarían las diéresis: leyendo el grafismo paraguita es suficiente.
Esta teoría, que parece algo transgresora es muy vieja, es del siglo XIX.
Fue una norma para la ortografía del español del lingüista venezolano Andrés Bello y Juan García del Río, publicada en 1823. Parte de ella fue oficial por un tiempo en Chile, e influyó en otros países de habla hispana; su fin es una correspondencia ideal entre los signos gráficos, letras o grafemas, y los fonemas. Pero…la reforma no prosperó para pena mía.
Bello ideó unas modificaciones que creyó se debían hacer en dos etapas:
Primera etapa
Sustituir por j el sonido "fuerte" de la g (jeneral, jinebra);
Suprimir la h muda (ombre) y la u muda de qu- (qeso);
Sustituir por i la y con valor vocálico (rei, i);
Escribir rr siempre que se pronuncie la vibrante múltiple (rrazón, alrrededor).

Segunda etapa
Sustituir por q el sonido "fuerte" de la c (qasa);
Suprimir la u muda de gu- (gerra, ginda).

El 19 de febrero de 1844 la facultad juzgó muy radical esta reforma pero recomendó algunas ideas de Bello. El gobierno de Chile siguió la recomendación e implantó ese año el nuevo uso en la enseñanza y redacción de documentos:
-Sustituir por j el sonido "fuerte" de la g (jeneral, jinebra);
-Suprimir la h muda (ombre);
-Sustituir por i la y con valor vocálico (rei, i);
-Escribir s por x ante consonantes (testo por texto).
¡Qué chicos afortunados los chilenos de entonces!
Los cambios influyeron a Argentina, Ecuador, Colombia, Nicaragua y Venezuela; pero con el tiempo se vuelve a lo anterior: seguimos complicándonos con grafismos que representan el mismo fonema. Y…yo sigo perdiendo dos puntos en cada prueba de lengua, uf!
En 1914, José P. Goméz publica el Tratado de reforma ortográfica de la lengua castellana y de fonografía comparada. Propone una ortografía fonética y estudia también modificar las ortografías del inglés y el francés.
La q se escribe siempre c. Las sílabas ce, ci con valor de z se escriben z; las sílabas ge, gi con valor de j se escriben j…¡Muy lógico! También suprime la d final de los sustantivos. La sílaba ex ante consonante queda convertida en es.
La h toma el sonido de la ch. Los dígrafos ll y rr se escriben:l y r. La y vocal se hace i, la y será siempre consonante.
Desaparecen las letras y dígrafos: q, h muda, ll, rr.
Se suprime el acento gramatical (aplausos para Gómez).
El poeta y Premio Nobel español Juan Ramón Jiménez utilizó en su obra una ortografía semejante a la de Bello.
Yo creo que merezco el mismo premio…y con creces!!! Mmm…o será “creses“?
Joaquín
Y ¿Por qué no Joacín?

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