VINCENT VAN GOGH, SUS CARTAS Y LA LOCURA


ByCineclásicajazz Pizcadelodemás

No hay nada mejor para enarmorarse de la pintura de Van Gogh que leer las cartas que le escribía a su hermano describiéndole su trabajo. Son hermosísimas por su sencillez y por la pasión que transmite cada renglón. Sus cuadros no son los mismos despues de leerlas. Encontré esta carta en la pagína de María Luisa y no pude evitar la tentación de traerla por aqui. Gracias María Luisa ;)

VINCENT VAN GOGH.- CARTA A SU HERMANO THEO (en referencia al cuadro de arriba) La habitación de Van Gogh en Arles.- 1889

Mi querido Théo:

En fin, te envío un pequeño croquis para darte una idea aproximada del giro que toma el trabajo.Porque hoy me he vuelto a poner a la tarea. Tengo los ojos fatigados todavía; pero en fin, tenía una idea en la cabeza y éste es el croquis. Siempre tela de30. Esta vez es simplemente mi dormitorio; sólo que el color debe predominar aquí, dando con su simplificación un estilo más grande a las cosas para llegar a sugerir el reposo o el sueño en general. En fin, con la vista del cuadro debe descansar la cabeza o más bien la imaginación.

Las paredes son de un violeta pálido. El suelo es a cuadros rojos. La madera del lecho y las sillas son de un amarillo de mantequilla fresca; la sábana y las almohadas, limón verde muy claro. La colcha, rojo escarlata. La ventana, verde.
El lavabo, anaranjado; la cubeta, azul. Las puertas, lilas. Y eso es todo -nada más- en ese cuarto con los postigos cerrados. Lo cuadrado de los muebles debe insistir en la expresión del reposo inquebrantable. Los retratos en la pared, un espejo, una botella y algunos vestidos. El marco -como no hay blanco en el cuadro - será blanco. Esto, para tomarme el desquite del reposo forzado a que me he visto obligado.

Trabajaré aún todo el día de mañana; pero ya ves qué simple es la concepción. Las sombras y las sombras proyectadas están suprimidas; ha sido coloreado con tintes planos y francos como los crespones. Esto va a contrastar con, por ejemplo,La diligencia de Tarascón y el Café nocturno. No te escribo más porque voy a comenzar mañana muy temprano, con la fresca luz del amanecer, para acabar mi tela.

No te olvides de darme noticias de cómo van los colores. Espero que me escribirás uno de estos días. La próxima vez te haré un croquis de otras piezas.
Un apretón de manos.

Yo creo que una nueva escuela colorista ha de arraigar en el Mediodía; porque veo cada vez más que los del norte se fundan sobre todo en la habilidad del pincel y el llamado afecto pintoresco que en el deseo de expresar algo por el color mismo.

Aquí, bajo el sol más fuerte, he encontrado que es cierto lo que decía Pissarro y lo que me escribía,además, Gauguin sobre lo mismo; la simplicidad, lo descolorido, lo grave de los grandes efectos del sol. En el norte jamás se hubiera sospechado.

En cuanto a la venta, te doy razón en verdad por no buscarla expresamente; en realidad yo preferiría, si pudiera, no vender jamás...

Este dormitorio es algo así como esa naturaleza muerta de las novelas parisienses de colchas amarillas, rosas, verdes, ¿te acuerdas? Pero creo que la factura es más viril y más simple. Nada de punteado, nada de vetas, nada, tintes planos pero que armonizan.

No sé lo que emprenderé después, porque tengo la vista fatigada todavía. Y en estos momentos, precisamente después del trabajo duro y más que duro, siento también la cabeza vacía. Y si quisiera dejarme llevar por esto, nada me sería más fácil que detestar lo que termino de hacer y darle de puntapiés como el padre Cézanne. En fin, ¿por qué darle de puntapiés? Dejemos los estudios tranquilos a menos que no les encontremos nada bueno o que les encontremos lo que se llama bueno de verdad, entonces ¡a fe mía!... tanto mejor. Es justamente el defecto de los holandeses, tildar una cosa de absolutamente buena y otra de absolutamente mala. No existe de ningún modo nada tan rígido como esto.

He leído también Césarine de Richepin; tiene cosas muy buenas; la marcha de los soldados en desbandada, cómo se siente su fatiga; ¿no marcharemos así también sin ser soldados algunas veces en la vida? La querella del hijo y del padre es muy desgarradora; pero es como La liga del mismo Richepin; creo que esto no deja ninguna esperanza,mientras que Guy de Maupassant, que ha escrito cosas de verdad tan tristes, al final hace acabar las cosas más humanamente. Monsieur Parent, incluso Pedro y Juan, que aunque no terminan con la felicidad, la gente se resigna y continúa igual. En una palabra, no termina con sangre ni con tantas atrocidades como esto, ¡vaya! Prefiero mucho más a Guy de Maupassant que a Richepin, porque es más consolador. Actualmente acabo de leer Eugenia Grandet de Balzac la historia de un aldeano avaro.

He hecho instalar el gas en el taller y en la cocina, lo que me cuesta 25 francos de instalaciones.Si Gauguin y yo trabajamos una quincena todas las tardes, ¿no los recuperaremos? Solamente que como por otra parte Gauguin puede dejarse caer uno de estos días, aún necesitaré absolutamente unos 50 francos por lo menos.

No estoy enfermo, pero sin la menor duda,llegaré a estarlo, si no tomo una fuerte alimentacióny no dejo de pintar durante algunos días. En fin,vuelvo a verme reducido al caso de la locura de Hugue van der Goes en el cuadro de Emile Wauters. Y si no fuera porque tengo una naturaleza un poco dual, como la que resultaría de la unión de un monje y un pintor, viviría y eso desde hace ya tiempo, reducido enteramente al caso mencionado más arriba.

En fin, aun entonces no creo que mi locura sea la de persecución, ya que mis sentimientos en estado de exaltación desembocan más bien en las preocupaciones de la eternidad y de la vida eterna. Pero asi mismo, es preciso que desconfíe de mis nervios, etcétera..

Sus cartas en:
http://es.scribd.com/doc/505410/Vicent-Van-Gogh-Ultimas-cartas-desde-la-locura

Un video:



La publicación original aquí, en la pagina de nuestro compañero: http://www.facebook.com/group.php?gid=126815644036357

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