SE DEJÓ MORIR DE HAMBRE



ByOskarele

Como también hizo el bueno de Pitágoras, el gran filosofo griego Demócrito, del que hemos hablado recientemente en nuestra sección de filosofía, recomendó durante toa su vida, la miel como el alimento más rico y necesario de todos. Llevado por su defensa de la austeridad en el comer, fue cada vez limitando mas lo que comía, convencido de que la extrema abstinencia era saludable para el cuerpo.

Sus discípulos, preocupados por su delgado y pálido aspecto (“fartico de vía” dirían por mi tierra), insistieron en que comiese algo durante la celebración de unas fiestas consagradas a Ceres, la diosa de las cosechas. Como eran tan pesaos, Demócrito terminó aceptando y pidió un tarro de miel.

Pero el muy cabezón no comió de él, limitándose a destaparlo y olerlo.

Tres días después moría de la más completa inanición.

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