LOS LADRILLOS DE LA VIDA. PARTE 9: POR QUE SOMOS IGUALES. POR QUE SOMOS DIFERENTES…



ByOskarele

El descubrimiento de Watson y Crick de la estructura en doble hélice del ADN, en realidad, no se confirmó hasta la década de los ochenta (que bien bonica fue…). Pero aun así, una vez aclarada, al menos en la teoría, los avances fueron enormes, en 1968 la revista “Science” pudo publicar un articulo titulado “Así es como era la biología”, donde se aseguraba, prepotente y presuntuosamente, que la tarea de la genética estaba casi tocando a su fin, que ya se sabia todo lo que se podía saber.

En realidad, no había hecho mas que empezar…
Hoy día, incluso, muchas de las peculiaridades del ADN nos son desconocidas, como por ejemplo, porque hay un gran porcentaje que no parece “hacer” nada en realidad. Un porcentaje enorme: un 97% de tu ADN consiste en largas extensiones de materia extraña sin ningún sentido aparente. Los bioquímicos lo llaman ADN basura o “sin código”. Solo aquí y allá encuentran secciones que controlan y organizan funciones vitales. Se trata de los curiosos y escurridizos genes que descubrió Mendel…

Los genes, por si no lo habíamos dicho, son, nada mas y nada menos, que instrucciones para fabricar proteínas. Para que se hagan con una fidelidad monótona, pero segura. Son como teclas de un piano. Cada una de ellas da una nota y nada mas, lo que es, evidentemente monótono… pero seguro. Pero si combinas los genes, al igual que pasa cuando combinas las teclas del piano, puedes crear acordes y melodías con una variedad infinita. Pon todos los genes juntos, y tendremos, continuando con la bonita metáfora, la gran sinfonía de la vida, conocida como genoma, en nuestro caso, el genoma humano.

El genoma humano es el libro de instrucciones de tu cuerpo. Los cromosomas serian los capítulos y los genes los párrafos, compuestos de palabras, que se llaman “Codones” , y letras, que se llaman “bases”, formadas por los cuatro nucleótidos del ADN (adenina, tiamina, guanina y citosina), que, pese a su enorme importancia, no están compuestas por nada raro. La guanina, por ejemplo, es mismo material que abuna en el guano (excremento de aves o murciélagos tratado para servir como abono), que le da su nombre.

La forma de la molécula de ADN, como todos sabemos, o al menos, deberíamos saber, es una doble hélice, algo así como una escalera de caracol doble. Los soportes verticales de esa escalera están hechos de un tipo de azúcar llamado “Desoxirribosa” y toda la hélice esta hecha de un acido nucleico, de ahí el nombre de acido desoxirribonucleico.

Los escalones están formados por dos bases que se unen en el espacio intermedio, y solo pueden combinarse de dos modos: la guanina con la citosina y la tiamina con la adenina. El orden en el que aparecen esas letras, cuando vas hacia abajo o hacia arriba por la escalera, constituye el código del ADN.

Pues bueno, la esplendida particularidad del ADN reside en su forma de reproducirse: cuando llega la hora de producir una nueva molécula, las dos hebras se abren por la mitad, como una cremallera, y cada mitad pasa a formar una nueva asociación. Como cada base se emparente con otra especifica, cada filamento sirve como plantilla para la formación de su pareja…¿Me explico?. Aunque solo tuvieses un filamento de tu ADN, podrías reconstruir la pareja. Eso es lo que hace la naturaleza… o dios, según se mire.

Además, se hace rapidísimo… en solo unos segundos, lo que es toda una gesta.
Nuestro ADN se duplica con una exactitud impresionante, teniendo en cuenta que no para de hacerlo. Pero de vez en cuando (una vez entre un millón dicen los que saben de esto) una letra se coloca en un sitio equivocado. Esto se conoce con el rimbombante nombre de “polimorfismo nucleótido único” o SNP, que suele ser denominados por los frikis de los bioquímicos como “snip”.

Estos “snips” suelen estar enterrados en extensiones de ADN basura y no suelen tener consecuecias desagradables para ti. Pero, muy de vez en cuando, si tienen consecuencias, incluso, bastante desastrosas: podrían dejarte predispuesto para alguna enfermedad o directamente, enfermarte. Pero también pueden otorgarte alguna pequeña ventaja que antes no tenias, como por ejemplo, mas pigmentación protectora o una mayor producción de celular rojas en sangre para alguien que vive a mucha altitud. Con el tiempo y los años, esas leves modificaciones se acumulan, tanto en los individuos como en las poblaciones, contribuyendo al carácter distintivo de estos.

El equilibrio entre exactitud y error en la reproducción es delicado e importante. Si hay muchos errores, el organismo no funciona bien, pero si hay demasiados pocos, se sacrifica la capacidad de adaptación.

Esto también explica por que somos todos tan singulares. Por que somos todos diferentes.


Dentro de que la evolución tampoco nos deja ser demasiado distintos… salvo que crees una nueva especie, claro.

La diferencia entre tu y yo no es mas de un 0.1% de nuestros de genes, y esto se debe a los snips. Pero ten en cuenta que si los comparamos con una tercera persona la diferencia sigue siendo igual… ¿Cómo se come esto? Pues es así porque los snips están en partes diferentes. Por esto decíamos en el primer capitulo de esta saga de “Los ladrillos de la vida” que, en términos estrictos, no existe un Genoma Humano, sino que tenemos mas de 6.000 millones.

Aunque somos iguales en 99.9%, se puede decir que no hay nada que compartan todos los humanos… absolutamente nada

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