ZECHARIA SITCHIN, EL 12° PLANETA, PARTE 19. ENUMA ELISH, PARTE 5. LA CREACIÓN DE LA TIERRA



ByOskarele

QUINTO ACTO: Justo en este punto es donde comienza realmente el relato de la Creación de la Tierra y el Cielo. Al completar su primera órbita alrededor del Sol, MARDUK "volvió entonces a Tiamat, a la que había sometido":

"El Señor se detuvo a ver su cuerpo sin vida.
Dividir al monstruo él, entonces, ingeniosamente planeó.
Después, como un mejillón, la desgarró en dos partes."


El mismo MARDUK golpeó esta vez al derrotado planeta, partiendo en dos a Tiamat, separándole el «cráneo» o parte superior. Después, otro de los satélites de MARDUK, el llamado Viento Norte, se estrelló contra la mitad separada. El fuerte golpe se llevó a esta parte destinada a convertirse en la Tierra- hasta una órbita donde ningún planeta había orbitado antes:

"El Señor puso su pie sobre la parte posterior de Tiamat;
Con su arma le separó el cráneo;
Cercenó los canales de su sangre;
E hizo que el Viento Norte lo llevara
A lugares que habían sido desconocidos."


¡La Tierra había sido creada!

La parte inferior tuvo otra suerte: en la segunda órbita, MARDUK golpeó convirtiéndola en pedazos: "Dobló la cola de Tiamat para formar la Gran Banda como un brazalete" Se había creado el cinturón de asteroides.

Todo esto explica también por qué los continentes de la Tierra se concentran en uno de sus lados mientras, en el lado opuesto, queda una enorme cavidad (el lecho del Océano Pacífico). Las referencias constantes a las «aguas» de Tiamat son también esclarecedoras. A ella se le llamó el Monstruo del Agua, y esto explicaría por qué la Tierra, como parte de Tiamat, fue dotada también con esta agua.

El principal satélite de Tiamat, Kingu, se convierte en la Luna de la Tierra.

En los primeros versículos del génesis se encuentran bastantes paralelismos e encuentran los primeros versículos del Libro del Génesis, La Tierra y el cinturón de asteroides son «el Cielo y la Tierra» que aparecen en las referencias bíblicas. Tras el empujón que le dio a la Tierra el Viento Norte de MARDUK para llevarla a su nueva posición celeste, la Tierra obtuvo su propia órbita alrededor del Sol (dando como resultado las estaciones) y recibió su rotación axial (dándonos el día y la noche).

Los textos mesopotámicos afirman que una de las tareas de MARDUK después de crear la Tierra fue que "asignó [a la Tierra] los días del Sol y estableció los recintos del día y la noche". El concepto bíblico es idéntico:

"Haya Luces en el Cielo repujado,
Para dividir entre el Día y la Noche;
Y que sean señales celestes
Para las Estaciones, para los Días y para los Años"


La Tierra, con océanos, continentes y atmósfera, estaba preparada ahora para la formación de montañas, ríos, manantiales y valles. Atribuyendo la totalidad de la Creación al Señor MARDUK, el Enuma Elish prosigue la narración:

"Poniendo la cabeza de Tiamat [la Tierra] en posición,
Él elevó las montañas encima.
Abrió manantiales, y torrentes para sacar el agua.
De los ojos de ella dejó salir el Tigris y el Éufrates.
Con sus ubres formó las altas montañas,
Perforó manantiales para pozos, para sacar agua."


No antes de esto aparecieron en la Tierra «criaturas vivientes de cada especie: ganado, cosas reptantes y bestias», culminando con la aparición del Hombre, el último acto de la creación.

Habiendo dispuesto de Tiamat y de Kingu, MARDUK, una vez más, «cruzó los cielos e inspeccionó las regiones». Esta vez, su atención se centró en «la morada de Nudimmud» (Neptuno), para determinar un «destino» final a Gaga, el antiguo satélite de Anshar/Saturno que fue convertido en «emisario» para los demás planetas. Le asignó un lugar oculto y un nuevo nombre, US.MI («aquel que muestra el camino»), el planeta más exterior, nuestro Plutón.

Así pues, habiendo "elaborado las posiciones" de los planetas, MARDUK tomó para sí la "Posición Nibiru", y "cruzó los cielos e inspeccionó" el nuevo sistema solar.

Ahora se componía de doce cuerpos celestes, con doce Grandes Dioses como homólogos.

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