EPICTETO, LA PACIENCIA SIN LÍMITE


ByOskarele

“Abstente, resígnate”, decía este señor.  Algún día hablaremos en nuestra sección de Filosofía de Epicteto (55-135), filosofo griego de la escuela estoica que no dejo ninguna obra escrita (al igual que su modelo Sócrates) y que vivió parte de su vida como esclavo en Roma (su nombre viene de “epiktetos” griego, que significa “adquirido o comprado”), para luego ser uno de los filósofos más conocidos de su época.

Parece ser que gozó de una paciencia y de una templanza desorbitantes, si hacemos caso a una anécdota que cuenta el historiador Celso sobre la época en la que era esclavo.

Resulta que su cruel amo, Epafrodito, estaba un día maltratándole. Nuestro filosofo le aviso de que si seguía retorciéndole una pierna en el aparato de tortura, lo cual llevaba ya un ratico haciendo, no sería de extrañar que acabara rompiéndosela.

Finalmente se la rompió.

Epicteto, impertérrito, le dijo a su amo: “Ya os había dicho que ocurriría”

Por eso no es de extrañar el conocido lema suyo: “Sustine et abstine”.  “Abstente, resígnate”. Una recomendación que compendia gran parte de su filosofía y actitud vital.

Frente a la brutalidad de esta anécdota, hay que mencionar que otras fuentes atribuyen la cojera que sufría al reuma. Pero igual es cierta la leyenda.

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