LOS PIONEROS, PARTE 6: SEGUNDO DE CHOMÓN Y EL HOTEL ELECTRICO ¿PRIMER FIN DE ANIMACION?


ByOskarele

El hotel eléctrico”, rodada en Barcelona en 1905 (aunque algunos autores plantean la fecha de 1908, como veremos a continuación), es una de las obras maestras de Chomón y sin duda su film más conocido. También es, posiblemente, la primera película de animación de la historia. Plantea un futuro idealizado. En un hotel se ha suprimido el servicio de criados. Todo se hace mediante computadoras. Se oprime un botón y aparecen unas manos que manejan un cepillo para lustrar los zapatos, otro botón deshace la maleta, otro, viste al caballero. La electricidad es la magia que realiza los trabajos del hombre.



No está muy claro que sea de 1905. Esto es importante porque “El hotel eléctrico” rivaliza con “The Haunted Hotel” de un tal Stuart Blackton (de la que siempre se ha dicho que estaba basada en la obra de Chomón), cofundador de la Vitagraph, por el honor de ser el primer film de animación de la historia. Esta película tuvo mucho éxito en Estados Unidos y causo sorpresa y entusiasmo en Francia, sobre todo por el truco llamado “Paso de manivela” (que permite ralentizar la grabación para poder añadir efectos), que había inventado Chomón años antes.


Esto ha llevado a pensar que Blackton pudo haber visto una copia de “El hotel eléctrico” y haberse inspirado en ella. Siempre y cuando la película de Chomón fuese anterior. Pero no está demasiado claro. Lo que sí es cierto es que el Paso de manivela lo invento Chomón varios años antes.


En 1910 regresa a Barcelona, donde forma sociedad con el empresario de variedades Joan Fuster Garí. Con esta productora rodó un total de 37 películas de asunto popular, tanto cómicas, como históricas y fantásticas.  En junio de ese año comienza a trabajar por cuenta propia para la casa Pathé, de la que es nombrado concesionario. Esta situación se materializa en títulos como “Lucha fratricida” o “Nobleza Aragonesa”. En noviembre rompe con su socio Fuster, lo que le deja sin estudios de rodaje, circunstancia que aprovechará para rodar documentales como “La heroica Zaragoza” o “Gerona: la Venecia española

La Pathé acude en su auxilio y obtiene para él un estudio-productora a su medida, la "Ibérico", para la que realiza once películas entre agosto de 1910 y marzo de 1912. Sus estructuras narrativas ganan en complejidad haciéndose progresivamente más elaboradas. También de esta etapa es su colaboración en “Escamillo à le ver solitaire” de 1912, con un filme del más importante de los cómicos del cine mudo de esta época, el francés André Deed. Se trató de una película delirante, llena de situaciones absurdas, efectos de cámara y trucajes, de los que se encargó con gran solvencia Segundo de Chomón.

En la primavera de 1912 es fichado por la productora italiana “Itala Films” de Giovanni Pastrone, para trabajar como operador de efectos especiales, colaborando en varios títulos, aunque su labor destaca, y de qué manera, en la obra maestra “Cabiria”, del propio Pastrone (aunque la firma con el seudónimo Piero Fosco), en la que trabajaría como director de trucajes y primer cámara. Realizo, por ejemplo, la secuencia de la erupción del volcán Etna, realmente espectacular para la época. Destacan especialmente los geniales travellings que empleo en aquella peli.  Esta influiría enormemente en una obra maestra absoluta, la “Intolerancia” de D. W. Griffith.

El historiador y crítico italiano Lino Lionello Ghirardini, en su “Storia Generale del Cinema” dedica toda una página a la enumeración de los descubrimientos y hallazgos del ilustre turolense. "El gran mérito de Pastrone (Piero Fosco), fue parcialmente compartido por las invenciones del operador del film, el español Segundo de Chomón, maestro en efectos especiales, con las siguientes innovaciones: El travelling, que ensaya el 5 de agosto de 1912, y sucesivamente perfecciona; la aplicación estética de la luz artificial, que en Cabiria sirve principalmente para «modelar» el rostro de los actores y crear determinado ambiente o ciertos efectos especiales, como el que procede de la iluminación desde la base de un decorado de dimensiones normales; el uso funcional de la panorámica; el ritmo continuo de las tomas cinematográficas y la fijeza de la imagen sobre la pantalla". Sin comentarios.



Este periodo italiano se verá dañado por el inicio de la Primera Guerra Mundial, en la que entra Italia en 1915. Esto afectara enormemente a la incipiente industria cinematográfica italiana. Pese a ello Chomón seguirá trabajando a las órdenes de Pastrone en títulos como “El fuego”, de 1915, “Tigre real” de 1916 o “La guerra y el sueño de Momi” del mismo año.

Su trabajo más famoso junto a “Cabiria” llegaría cuando se une al equipo de “Napoleón”, la megalómana epopeya fílmica dirigida por Abel Gance, rodada entre 1925 y 1926, en la que también trabajo como cámara y como experto en trucajes.


Todavía tuvo ocasión Chomón de realizar un último trabajo en París, aunque para una película española, “El negro que tenía el alma blanca” (1926) de Benito Perojo, sobre la novela homónima de Alberto Insúa, cuyos exteriores fueron rodados en Barcelona, pero no así los efectos especiales en las escenas de baile y oníricas, que fueron filmadas en los estudios de Epinay-sur-Seine.

No se conoce el título de la última película en la que intervino, rodada en Marruecos en color por el procedimiento Keller-Dorien en 1928. A su regreso había contraído una enfermedad (pulmonía, al parecer) que acabaría con su vida el 2 de mayo de 1929, a los cincuenta y siete años, en el Hospital Tenon de París. Fue enterrado en el cementerio Pantin y, al no ser renovado el contrato de cinco años de la sepultura (la familia había regresado a Turín), fue a parar a la fosa común.

Final éste acorde con lo que había sido su vida y su obra, eclipsada bajo el nombre y prestigio ajenos o hundida a efectos legales en un anonimato del que laboriosa y esforzadamente ha sido, por fin, recuperado de forma definitiva. Sirva este artículo de homenaje a este pionero español del séptimo arte.

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