SURGE LA VIDA, PARTE 3. TRUCO GENETICO


ByOskarele

Muchos de los pequeños detalles de los comienzos de la vida siguen siendo, por decirlo de alguna manera, imponderables. Todos los escenarios sobre los que hayas podido leer tienen en común la presencia de agua (desde el “cálido charquito” de Darwin, a las burbujeantes chimeneas submarinas que son ahora las candidatas mas probables). Pero aquí se pasa por alto el hecho de que, para convertir monómeros en polímeros (para empezar a crear proteínas), hace falta un tipo de reacción que se denomina en biología “enlaces de deshidratación”.

No debería suceder, y, sin embargo, sucede en la naturaleza. Es complicado explicarlo, mas para alguien de letras como yo, pero sobra con decir que si humedeces monómeros no se convierten en polímeros… salvo cuando crearon la vida en la Tierra. Como y porque sucedió esto sigue siendo uno de los más grandes interrogantes de la biología.

Y además, esto, el surgimiento de la vida, ocurrió hace mucho más tiempo del que la humanidad había pensado. Aun en los cincuenta bien entrados se creía que la vida tenía menos de 600 millones de años. En los setenta algunos planteaban ya 2.500 millones de años. La cifra actual es de 3.850 millones de años… demasiado pronto si tenemos en cuenta que la Tierra comenzó a solidificarse hace 3.900 millones de años.

La vida afloro tan deprisa que, en realidad, algunas autoridades piensan que tuvo que haber contado con alguna ayuda… tal vez bastante ayuda. La idea de que la vida pudo haber llegado del espacio tiene una historia sorprendentemente larga. El gran Lord Kelvin (el de los grados) planteo la posibilidad, en 1871,  de que los “gérmenes de la vida pudo haberlos traído a la tierra algún meteorito”.

En septiembre de 1969 un meteorito se precipito contra Australia, al norte de Melbourne, y cayó en una lluvia de fragmentos, algunos relativamente grandes. El meteorito era de un tipo raro, conocido como condrita carbonosa. Unos dos meses antes habían regresado los astronautas del Apolo 11 con un saco lleno de piedras lunares. Los laboratorios del mundo se prepararon para analizar rocas extraterrestres. El meteorito de Australia tenía 4.500 millones de años y estaba salpicado de aminoácidos (74 en total), ocho de ellos involucrados en la formación de las proteínas terrestres. Además contenía cadenas de azucares (polioles), nunca hallados fuera de la Tierra.

Hoy se cree que el universo es rico en compuestos químicos orgánicos, pero hay dos problemas básicos relacionados con el concepto de panespermia, que es como se conocen las teorías sobre el origen extraterrestre de la vida. Por un lado, que no se aclaran los interrogantes del todo, solo se desplaza la responsabilidad a otro lugar. El otro es que la panespermia tiende a veces a provocar incluso en sus partidarios más respetables grados de especulación complicados…

Francis Crick, codescubridor de la estructura del ADN, y su colega, Leslie Orgel han postulado que la Tierra fue “deliberadamente sembrada con vida por alienígenas extraterrestres inteligentes”. Fred Hoyle indico que el espacio exterior nos trajo no solo la vida, sino también muchas enfermedades como la gripe o la peste bubónica…

Fuese lo que fuese lo que sucedió cuando surgió la vida, sucedió solo una vez. Este es el hecho más extraordinario de todos. Todo lo que ha vivido, vive y vivirá, planta o animal, tuvo su inicio a partir de un mismo tirón primordial. En determinado momento una bolsita de sustancias químicas se abrió paso hacia la vida. Absorbió algunos nutrientes, palpito suavemente y murió. Tuvo una breve existencia. Esto pudo suceder muchas más veces antes, pero en un momento dado, antes de morir, una de esas bolsas se dividió y produjo un heredero. Una pequeña cantidad de material genético paso de una entidad viva a otra, y nunca, desde entonces, ha dejado de moverse.

Fue el momento de la creación para nosotros. Los biólogos lo llaman El Gran Nacimiento.

Somos el resultado de un solo truco genético transmitido de generación en generación a lo largo de casi 4.000 millones de años, hasta el punto de que puedes coger un fragmento de instrucción genética humana y a añadirlo a una célula de una rara y la célula de rata lo pondrá a trabajar como si fuera suyo.

En un sentido muy real, es suyo…

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