LOS AMANTES DE TERUEL


Desgraciadamente, desde siempre, las características culturales, sociales y políticas han impedido que muchas parejas culminaran su amor. La leyenda de los Amantes de Teruel, como muchas otras leyendas, da fe de la existencia de tan trágicos amores.Aquí os dejo el relato de estos bonitos sucesos.

En Teruel, bella ciudad española, a principios del siglo XIII, dos jóvenes, Juan Diego de Marcilla e Isabel de Segura, se enamoraron perdidamente. Era tan fuerte el amor que se profesaban, que Juan Diego de Marcilla le pidió que se casara con él. Pero el padre de ella lo rechazó, por no poseer riquezas. Este impedimento, hizo que el joven luchara más por su amor, pidiéndole a su amada que esperara por el cinco años, mientras iba en busca de fortuna. Ella cumplió lo prometido, oponiéndose incluso a los deseos de su padre de que se casara con otros hombres. Pero una vez que venció el plazo, accedió a los deseos de éste, casándose con un rico noble, elegido por su padre.

El día de la boda, regresó Juan Diego de Marcilla, feliz por las inmensas riquezas que había adquirido en todo aquel tiempo, pero desecho ante la terrible noticia de la boda de su amada. En su desesperación, decidió visitarla para pedirle un beso por todos los sacrificios que había realizado por ella. Pero ella se negó reiteradas veces, pues consideraba que era faltarle a su marido. Juan Diego de Marcilla al ver su negativa después de varios intentos, cayó muerto a sus pies. Ella asustada, despertó a su marido, y entre ambos dejaron el cadáver del joven delante de la casa de su padre. Guardaron silencio ante lo sucedido, pues no querían problemas.

Pero la joven no dejaba de pensar en todo lo que Juan había hecho por ella, por lo que el día del funeral se acercó a la Iglesia donde se hallaba, se dirigió hacía él y le besó en los labios, quedándose allí muerta. El marido de ella, ante lo sucedido, decidió contar a todos los presentes todo lo que había acontecido, por lo que se acordó enterrarlos juntos en la misma sepultura.

En 1555 se descubrieron las momias enterradas en la capilla de San Cosme y San Damián. Junto a ellas, según el testimonio posterior del notario Yagüe de Salas, apareció un documento antiguo que recogía el suceso de Los Amantes. Años después Juan de Ávalos esculpió las estatuas yacentes bajo las que reposan ahora las momias. La fría serenidad de los Amantes, cuyas manos no llegan a juntarse, es símbolo de un amor que desborda los conceptos humanos.

Los restos de los Amantes se pueden visitar en el Mausoleo de los Amantes anexo a la Iglesia de San Pedro de Teruel, un edificio de nueva construcción donde, además de poder contemplar las esculturas de Ávalos, se encuentra el mural realizado por Jorge Gay Un amor nuevo, así como uno de los bocetos del cuadro de Muñoz Degrain que se encuentra en el Prado y diversas obras musicales, literarias, cinematográficas que la historia de los Amantes ha suscitado.

Para recordar este suceso, la ciudad de Teruel desde 1997, celebra la festividad de Las bodas de Isabel de Segura, en recuerdo de tan bella leyenda. Durante varios días que tiene lugar la fiesta, Teruel retrocede en el tiempo hasta la Edad Media, llenándose sus calles de desfiles, representaciones teatrales y cientos de visitas al Mausoleo de los Amantes, donde descansan sus restos mortales.

La fiesta termina con el "momento del beso", en el cual cientos de parejas se dan un beso, beso que en su día no pudieron culminar Juan e Isabel.

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