LOS ANTIALIMENTOS. depreambulo


BY MOSER

Se desarrolla una sospecha común; un tanto genérica; una desconfianza creciente que no suele pasar del lamento: “cada vez se come peor” y “ya no sabes lo que comes”; escuchamos casi a diario; con frecuencia, saliendo de nuestros propios labios.
¿Hasta que punto es real? En que medida podemos –debemos desconfiar de lo que comemos, de los alimentos que la industria produce y nos distribuye?

Existe el contrapunto; los que dicen que se exagera; que nunca se vivió más y que a la manera tradicional no habría alimento suficiente para todos. Y se reafirman aduciendo que junto con el acceso y uso generalizado de medicamentos y vacunas conforman el binomio responsable de sostener nuestro umbral de longevidad.
Se omite que según los estudios de salud pública la reducción de la tasa de mortalidad se debe en un 80% a las medidas higienización (buen alcantarillado y agua potable, entre otros) que evitan la proliferación de infecciones o la propagación de epidemias. Se pueden añadir los cambios sociolaborales (las masas campesinas y obreras han subsistido en condiciones que con frecuencia en la actualidad tildaríamos de miserables).

Tampoco se menciona que también han cambiado nuestros hábitos de enfermedad y muerte; un inabarcable catalogo de nuevas enfermedades de origen neurodegenerativo o nervioso, la proliferación hasta la plaga de obesidad, diabetes y cardiovasculares, la multiplicación de las alérgicas y autoinmunes y cáncer, mucho cáncer; en muchos casos enfermedades casi inexistentes hasta hace bien poco en términos históricos y cuya crecimiento guarda proporcionalidad con los cambios nutritivos introducidos en el mundo contemporáneo y que conllevan básicamente:

-desnaturalización de los alimentos
-e implantación de nuevos usos alimenticios.

Caso prototipo es la leche; es pasteurizada (desnaturalizada) y su uso se ha convertido en diario para la gran masa civilizada cuando su consumo habitual con anterioridad quedaba reducido a paises nordicos. Otro tanto se podría decir del azúcar del que además casi no hay referencias escritas antes del siglo VI en el mundo occidental y hasta que su uso se generalizara en el siglo XIX era utilizada con categoría de droga (limitada a reuniones rituales o como medicamenrto)
De la leche ya apareció un extenso dossier en esta pagina que podéis consultar aqui; El siguiente neoalimento a tratar por difusión mundial y potencial dañino (con permiso de la “carne industrial”) seria el azúcar; que como ocurre con la el caso de la leche tiene apellido comercial; azúcar refinada.

Pero primero ¿a q nos referimos con desnaturalización?
Al proceso por el cual los alimentos pierden toda o parte de su condición nutritiva.

¿De que depende?

De que se conserven las moléculas orgánicas, que las conforman, de manera integra y original; las moléculas orgánicas una vez arrebatadas del sistema complejo del que participan (ser vivo) comienzan un proceso de descomposición. Por el proceso de descomposición la materia orgánica-viva y nutritiva se convertirá en materia inorgánica-muerta y de escaso o nulo valor nutritivo.

Además, con el objeto de evitar la putrefacción y permitir una larga conservación se someten a procesos que inciden también en la destrucción de la mayoría de vitaminas, fibra y perdida de minerales naturalmente presentes (lo que ya de por si plantea un problema para su absorción; el alimento es más que la suma de sus partes y el cuerpo para su metabolización correcta necesita de la presencia de todas estas, de manera natural; así para asimilar de manera correcta el trigo necesitamos de la fibra que contiene). Quedan los alimentos reducidos, en buena medida, a proteínas, hidratos y grasas.
Moléculas mas estables que pueden también quedar afectadas convirtiéndose en otras que, aun compartiendo similitudes, no son ni cumplen el propósito de las originarias; aquellas que se dan de manera espontánea en la naturaleza; aquellas para cuya asimilación nuestro sistema digestivo esta diseñado.

Otro paso más en el proceso de “mutación guiada del alimento hacia la cosa”, se da cuando se pretende revivificar el alimento por la adicción de, por ejemplo, vitaminas sintéticas sin casi capacidad de reacción con nuestro organismo o cuando se pretende evitar la degradación molecular con la participación de algún otro añadido químico.

Todos estos procesos de manufacturación unidos a los cambios en los métodos de producción (cría y engorde del ganado y cultivo de frutas y verduras), incluso de concepción (ingeniería genética), nos permiten disponer en el mercado de una amplísima y acaparadora variedad de ANTIALIMENTOS.

Y ahora si, ya podemos hablar del azúcar…the sugar blues

MAÑANA MAS...

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